Dicen
que el perro es una de las mejores compañías que podemos tener, que es capaz de
dar cariño sin esperar a recibir nada a cambio. Y cuando la función de alguno
de ellos va más allá de la de hacernos compañía, como es el caso de los que actúan como terapeutas ante algunas enfermedades, decir que son el mejor amigo
del hombre, tal vez se nos quede corto.
Ese
es el caso de los perros que intervienen en terapias con personas enfermas de
Alzheimer. Es una práctica que cada vez es más habitual en los centros y que
está ofreciendo muy buenos resultados. Nomalmente los perros utilizados en este
tipo de terapias suelen ser Golden Retriever
o labradores que han recibido entrenamiento durante seis meses por
voluntarios.
Lo
que se persigue con estas terapias entre perros y enfermos es que el paciente interactúe con el animal, a
través de ejercicios muy simples que lo ayudarán a recordar cosas tan básicas
como los colores o los números. Con esta terapia se retrasa
el deterioro cognitivo de los enfermos, se potencia su psicomotricidad y se favorece su sociabilidad, logrando incluso, mejorar su atención y
concentración. En definitiva, una práctica que bien utilizada tiene beneficios
que pueden ser muy positivos en los enfermos.
Para
que te hagas mejor una idea de cómo funcionan estas terapias asistidas por
perros, te dejamos este reportaje emitido por la TV del Principado de Asturias.
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